Siempre resulta oportuno recordar la persona, obra y el eterno legado dejado por nuestro inolvidable Padre Luis Quinn. "Hombre de recio carácter, de preclara inteligencia, trabajador infatigable, y de una nobleza de espíritu inigualable", como correctamente lo definió el muy querido y extraordinario munícipe Juan Ramón Báez Pimentel (Mon Báez), reciente y dolorosamente fallecido.
El Padre Luis: solidario, bueno en extremo, líder y luchador de primera fila por el derecho a una vida más digna y duradera de los más necesitados.
Como se sabe, es precisamente con su llegada definitiva a San José de Ocoa, a mediados del año 1965, cuando la Asociación para el Desarrollo de San José de Ocoa, Inc. (ADESJO) experimenta su más grande dinamismo y esplendor, lo que ha hecho posible que esta institución no gubernamental por sus grandes realizaciones, su historial sea recordado y "salpicado de rasgos que parecen novelescos".
Será en otra entrega cuando nos podríamos referir con mayor amplitud y con detalles sobre los éxitos de esta enorme organización que es la ADESJO, la cual al día de hoy ha contribuido a elevar la calidad de vida de muchos comunitarios. Pero como en este escrito de lo que se trata es decir algo sobre el hombre que sentenció: "yo quiero que la vida sea buena y no mala, vivir con mucha cosa y no con poca cosa, tener una vida larga y para siempre".
A tal propósito, insertamos un acróstico, que en tanto homenaje póstumo escribiéramos a la memoria de este gran hombre:
Padre Luis Quinn, guayacán, has partido a la eternidad siendo inmensamente grande.
Padre Luis Quinn, guayacán, has partido a la eternidad siendo inmensamente grande.
Activo y protagonista de primera fila por la libertad, la justicia social, el derecho, la paz y el amor.
Dejas tras tu vuelo la inmortalidad dolor, llanto y lágrimas derramadas en tu pueblo por doquier.
Regresarás vigoroso, lo sabemos, y estaremos en cualquier lugar "esperando el arribo de tu imagen".
En San José de Ocoa, inspiraste solidaridad y mucho amor inigualable por los demás.
Líder auténtico dotado de sensibilidad sin límites.
Usted querido Padre, vio en el campo y las montañas "algo más que una inmensa estepa verde", vio pobreza, mucha pobreza.
Idealista y visionario, inconmensurablemente bueno.
Solidario siempre con los másdébiles "regando la semilla de sus sueños, y pintando el arcoíris" del futuro.
Quijote a
Ultranza en sus propósitos de bien, que "nos enseñó a cantar en forma tan diversas que no sabemos si su muerte es una forma distinta de la vida".
Inalcanzable ejemplo en estos tiempos.
Nuestro pueblo, Padre Luis, estará con usted "al filo del alba en el definitivo instante de la liberación".
No, usted no ha muerto, usted vive entre nosotros. Ya lo dijo el apóstol José Martí "cuando se muere en brazos de la patria agradecida, termina la muerte. La prisión se rompe y empieza al fin con el morir, la vida.
Por LIC. Alfredo Arias
Por LIC. Alfredo Arias
el caminante ocoeño
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